Dictador Ortega amenaza y repite estrofa que dijo en 1979 “el pueblo armado, jamás será aplastado».
Por Nicaragua Actual-Con una canción cuya estrofa cita: “No queremos injerencia de extranjeros” el orteguismo dio inicio a su acto de conmemoración del 42 aniversario del triunfo de la revolución popular sandinista; el dictador recibió la bandera de Nicaragua afirmando que “esta bandera no tiene, ni tendrá ni una estrella” en consonancia a su discurso antimperialista; y bailo junto a su vice presidente designada Rosario Murillo (vestida de morado) el estribillo del son antes mencionado.
Una hora después de concierto “sandinista” proclamando victoria, paz, amor, entre otros términos repetidos Murillo en sus monólogos diarios; el caudillo tomó la palabra en un discurso de retorica roja y negra, de repaso ambiguo de la historia en la que quedara anclado el denominado “comandante Ortega” y quién ensalzó a sus funcionario que fungen como brazos represores: Policía, Ejercito, Consejo Supremo Electoral, Corte Suprema de Justicia y Asamblea Nacional pilares que sostienen su Estado fallido.
“Quieren someter a naciones como Nicaragua que estamos en un punto estratégico y de ahí viene la persecución del Yanqui… a pesar de los intentos del imperio destruir nuestro país, aquí esta Nicaragua firme y adelante, a pesar que han querido destruir la economía, han puesto en practica el terrorismo en Nicaragua., han lavado millones y millones de dólares en Nicaragua y ahí esta la investigación con las famosas fundaciones” esbozó Ortega.
Rodeado de sus militares Ortega mostró su fuerza y advirtió que están dispuestos a “defender la soberanía del país” y luego de arremeter contra su viejo y ahora “distanciado” amigo de poder “el gran capital nicaragüense Daniel Ortega alzó la voz y expresó:
“El pueblo unido jamás será vencido y el pueblo armado jamás será aplastado”. frase que fue dicha en el año 1979 en una concentración del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), esta vez fue usada nuevamente para amenazar a sus detractores.
El dictador en medio de su discurso informó que el salario mínimo desde agosto incrementará 5%, el anuncio fue aplaudido sus seguidores, en tanto Ortega manifestaba que “pese al llamado de no trabajo” de sus adversarios y a través de la aplicación de impuestos a empresas privadas se logran lo que denominan “avances del país”; el salario mínimo en Nicaragua llevaba más de 20 meses congelados, hasta el primer trimestre de este año, mientras las alzas en los productos de la canasta básica y los combustibles incrementan semanas, tras semana.